¿El arroz es malo para la obesidad?

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Estudios han utilizado datos de más de 130 países para saber cual es la relación del arroz con la obesidad. Contrario a muchas creencias, comer más arroz podría proteger contra la obesidad. Después de controlar muchos factores, el equipo descubrió que los resultados seguían siendo favorables. Aún así, quedan interrogantes.

No es un secretos que la obesidad en el mundo occidental y pasando fronteras está en aumento, pero no todos los países se enfrentan al mismo desafío.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC),39,8% de las personas en los Estados Unidos padecen de obesidad.

En Japón, es mas baja la cifra, con apenas el 4,3% , Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La variedad de factores en las diferencias es muy grande.

Entonces, un grupo de investigadores, se planteó iniciar por el arroz.

La ingesta promedio de un individuo en los Estados Unidos es muy diferente a la de otro en cualquier país fuera del mundo, pero las dietas en algunos países con bajas tasas de obesidad comparten un alimento básico común que es el arroz.

Investigadores del Doshisha Women’s College of Liberal Arts en Kioto, Japón, decidieron ojear datos más desde una perspectiva más cercana. Recientemente presentaron sus hallazgos en el Congreso Europeo sobre Obesidad ( ECO2019 ) en Glasgow, Reino Unido.

Una visión global al consumo de arroz

Para realizar su trabajo, los científicos tomaron datos de 136 países. Descubrieron que las naciones donde la gente come un aproximado de 150 gramos (g) de arroz por día tenían tasas de obesidad mayoritariamente más bajas que los países donde se come menos que la cantidad promedio mundial de arroz, alrededor de 14 g por día.

Los investigadores tratan tener en cuenta todas o muchas variables de confusión como se pueda, incluyendo el nivel educativo promedio, las tasas de tabaquismo, las calorías consumidas, el dinero gastado en atención médica, el porcentaje de la población mayor de 65 años y el producto interno bruto per cápita. Casi nada se escapa para ser lo más preciso.

Estas variables fueron más bajas en los países cuyos residentes consumen más arroz. Después de cotejar y revisar, en su análisis, los investigadores encontraron que prosiguió la influencia positiva del arroz sobre la obesidad.

Con esta información valiosa, ellos estimaron que el aumento de tan sólo un cuarto de taza de arroz por día (50 g por persona) podría reducir la obesidad global en un 1%. Equivalente a un cambio de 650 a 643,5 millones de adultos.

Los datos observados indican que la tasa de obesidad es baja en los países que consumen arroz como alimento básico, que sugiere que una comida japonesa o una dieta al estilo asiático a base de arroz puede ayudar a prevenir la obesidad”.

Tomoko Imai, Prof. Investigador principal

Al cuestionar exactamente por qué el arroz influye en las tasas de obesidad, el profesor Imai dijo:

“Comer arroz parece proteger contra el aumento de peso. La fibra, los nutrientes y los compuestos vegetales que se encuentran en los cereales integrales aumenten la sensación de saciedad y eviten comer en exceso”.

Agrega también: «El arroz es bajo en grasas y tiene un nivel de glucosa en la sangre  relativamente bajo, lo que suprime la secreción de insulina «.

Arroz bueno para combatir la obesidad
Arroz bueno para combatir la obesidad

Limitaciones significativas del estudio

Los investigadores saben que distinguir entre causa y efecto es increíblemente desafiante cuando se analiza la dieta, especialmente a una escala global, así de grande.

Aunque tomaron en cuenta la mayor cantidad posible de variables de confusión, se pudieron escapar muchos otros factores importantes para el análisis.

Explicaron que utilizaron datos a nivel de país, en lugar de datos a nivel individual o de persona. Esto genera inconvenientes; por ejemplo, existen regiones de países que comen mucho más arroz que otras. 

Las tasas de obesidad pueden variar dentro del mismo país sólo de una región a otra.

Otra preocupación es el uso del índice de masa corporal (IMC); medida estándar que los investigadores usan ampliamente, no es medida de salud en general.

Los científicos no alcanzaron a determinar cuántas personas tienen un IMC bajo, lo que distorsiona los datos al reducir el IMC promedio del país.

También vale la pena señalar que los investigadores no han publicado estos hallazgos en una revista y, por lo tanto, no han pasado por un proceso de revisión.

Tipos de arroz

Otro problema potencial es que el análisis del equipo no tiene en cuenta el tipo de arroz que más consume una determinada población, lo que puede ser importante por su diferente aporte del grano.

Por ejemplo, el arroz blanco es mucho más bajo en fibra que los menos procesados. Un metaanálisis publicado en la BMJ  analizó la relación entre el arroz blanco y el riesgo de diabetes tipo 2 . Sus autores concluyeron que:

“Un mayor consumo de arroz blanco está asociado con un riesgo significativamente mayor de diabetes tipo 2, especialmente en las poblaciones asiáticas (china y japonesa)”.

Otro estudio que realizado con más de 10,000 adultos coreanos encontró que una dieta de arroz blanco estaba relacionada con la obesidad.

Aún quedan algunas dudas, por lo que los científicos deben continuar estudiando el impacto del arroz en la obesidad.

Si un alimento barato, disponible y fácil de preparar como el arroz puede desempeñar un papel, por pequeño que sea, en la lucha contra la obesidad, vale la pena.


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